22 de Mayo, día importante para
mí y “mis sentidos” porque por primera vez, correría mis primeros 10km en
Madrid y, porque esta fecha será un antes y un después en mi corta vida de Runner
aficionada.
Cita obligada en la puerta del
gimnasio para reubicarnos en los diferentes coches y dar salida hacia la calle
Goya donde allí nos reuniríamos todos los miembros integrantes del Club para
correr “La Liberty”, carrera con fines solidarios y, en este caso destinados a
ayudar al Equipo Liberty Seguros de Promesas Paralímpicas de Atletismo.
Emocionada tras mi llegada, ya
que me encontré, después de tanto años, con mi querida amiga Laura Seco y su
niña Audrey, quien correría sus 10 primeros Kilómetros en la carrera de Hand Bikes,
quedando posicionada entre las tres primeras de su categoría.
Desde aquí le mando mi más
sincera enhorabuena porque es todo un ejemplo a seguir de superación.
Nuevamente, recorrí la misma con
mi inseparable compañera Lucía, con quien entré en la línea de meta y, con mi
amiga Nuria. Es por ello, que quiero dedicar esta entrada a la gran Nikki
Lucía, se la debo y ella sabe muy bien por qué.
Gracias nuevamente Lucía por tu
constancia, tus ánimos sobre todo los últimos 2 km y, demostrarme nuevamente
tras mis primeros 10km de Arroyo, que estás conmigo en todo momento.
La Liberty es una carrera
consolidada en el circuito de carreras populares de Madrid y, ésta es la novena
edición cuyo emblema es #sesalen. La carrera, la verdad es que está muy bien
organizada. Salida y reunión obligada en Goya, junto al Palacio de los
Deportes, donde nuestra compañera Patricia nos haría entrega de las pulseras de
la Confederación Española de Familias de Personas Sordas FIAPAS, donde
colaboramos desde #SolidariosNikikis fomentando la inclusión de Personas con
discapacidad dando apoyo y elevando la voz para “Que lo escuche todo el Mundo” .
A mi parecer, y hablo desde la
ignorancia de una Runner Novata, la Liberty es una carrera con un recorrido
duro. Desde la salida, en la calle Goya, y hasta casi el kilómetro 2, en la
Plaza de Cibeles, es de bajada, desde ahí y hasta pasar el kilómetro 5, se
recorre el lateral del Paseo de Recoletos y el lateral del Paseo de la
Castellana, llegando al estadio Santiago Bernabéu, todo ese tramo es una subida
constante que se va haciendo notar en las piernas , ¿verdad chicas?.
Por si eso fuera poco, entre el
kilómetro 6 y el kilómetro 7 se encara
la calle Concha Espina, con una tremenda subida de poco menos de un kilómetro.
Tras coronar la calle Concha Espina se gira a la derecha para encarar la calle
Príncipe de Vergara, desde ahí y hasta la calle Goya, pasado el kilómetro 9,
tenemos algo más de dos kilómetros de toboganes, eso sí, con más bajada que
subida, y la carrera acaba de nuevo en la calle Goya con una nueva subida de
poco menos de un kilómetro, bastante dura, y más teniendo en cuenta que ya
estamos al final de la carrera.
Al plantarme en la línea de
salida junto a mis chicas y el resto de Nikkis, comenzaba a sentir muchísimos
nervios aunque éstos no impidieron que, pudiera tener alguna que otra mirada de complicidad con mis compañer@s.
Los casi dos kilómetros de bajada con los que comenzaba la carrera me vinieron muy bien para ganar confianza y disfrutar de la misma. El ritmo, creo que, estaba siendo muy bueno, me notaba bien y con fuerza. Así, que con esas buenas sensaciones quería finalizar la carrera.
Los casi dos kilómetros de bajada con los que comenzaba la carrera me vinieron muy bien para ganar confianza y disfrutar de la misma. El ritmo, creo que, estaba siendo muy bueno, me notaba bien y con fuerza. Así, que con esas buenas sensaciones quería finalizar la carrera.
Llegó el kilómetro 5 donde se
encontraba el avituallamiento, el cual en esta ocasión me resultó muy cómodo, ya
que había mesas de avituallamiento tanto en la derecha de la calzada como en la
izquierda. Provista de botellas en mano, continuamos donde comenzaría el giro
hacia Concha Espina con la “dichosa” subida en la que muchos bajamos ritmo y en
la que, se me paso por la cabeza “caminar”
y dejar de “trotar” pero, donde Lucía nuevamente me decía que no parará,
que no caminará y que continuará con el ritmo que, hasta ahora llevamos.
Lo que quedaba de recorrido eran
continuas subidas y bajadas, encontrándome con él último kilómetro de nuevo
bastante duro, debido a la subida que nos llevaría desde la esquina de la calle
Príncipe de Vergara con la calle Goya, hasta la meta. En ese momento, Nuria
tomo ventaja y, yo hice la entrada con Lucía.
Al final en meta, el GPS me marcó
10,6 km y un tiempo de 1:09:51, consiguiendo un ritmo de 6,33Km. Marca muy
buena en comparación con mis primeros 10km de Arroyo donde mi media era de algo
más de 7Km. Así que contenta, diría que muy contenta.
Y una vez terminada la carrera de
10 kilómetros, llegó el momento de las carreras solidarias que hicimos junto a
ellos. Agradecida por poder colaborar gracias a #SolidariosNikkis.