sábado, 26 de marzo de 2011

Tarde de lluvia, Tarde de Cupcakes.

Tenia muchas ganas de dedicar una tarde a adentrarme en el maravilloso mundo de los Cupcakes.
Animada por la receta de una compi del trabajo, decidi ir a buscar los incredientes necesarios para dedicarme a hacerlos.

El resultado fue mejor de lo que esperaba y, segun exquisitos paladares, el sabor espectacular. Ahora ya solo queda perfeccionar e innovar.

Os dejo aquí la receta:

- 125gr de matenquilla a temperatura ambiente.
- 125gr de azúcar.
- 2 huevos.
- 125 gr de harina de fuerza. Si es de la marca Hacenda, harina de bizcocho.
- 1 cucharadita de levadural Royal.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla o azúcar avainillada.
- 3 cucharadas soperas de leche.


Previamente, calentamos  horno a 180°.

Batimos junto la mantequilla, el azúcar. Después, añadimos los huevos y volvemos a batir. Es recomendable usar la batidora con varillas.

Posteriormente ponemos la harina y la levadura y batimos. Poco a poner ponemos la leche.
Una vez tenemos la masa, llenamos hasta la mitad las cápsulas de papel.

Para evitar que se abran, poner éstas dentro de un molde de silicona o de magdalenas.
Introducir en el horno aproximadamente unos 25 minutos y poner la bandeja a media altura.

Dejar enfriar antes de hacer la cobertura.


Para la cobertura ponemos:

- Media taza de cafe de mantequilla derretida. No calentar en el microondas.
- 1 paquete de queso philadelphia o mascarpone.
- 4 tazas de azúcar glasé.
- Cucharada de extracto de vainilla.
Batir y una vez conseguida la mademas colorearla con colorante alimentario.
Usar manga pastelera para decorar.










martes, 15 de marzo de 2011

Bucarest, una ciudad con encanto!!!

También conocida como el "pequeño París", me ha sorprendido por sus anchas avenidas, su gigantesco "parlamento", su limpieza en las calles y la amabilidad de su gente.

Tras más de cuatro horas de vuelo, llegamos al aeropuerto. El viaje fue algo pesado, pero como íbamos con ansias de llegar se nos hizo realmente corto. Una vez allí, tomamos un bus que nos dejó en la Plaza de Oniri y a diez minutos andando llegamos al hotel residencia Princess donde nos alojamos.

El tiempo fue estupendo y, aunque quedaban restos de la pasada nevada, nos hizo sol y pudimos disfrutar de unos paseos realmente agradables eso sí, en una excelente compañía.

La comida muy tradicional y excesivamente barata y, los postres: espectaculares!!!

¿Volverías a Bucarest? Sin duda. Pero quizás la próxima vez cogería un coche para visitar lugares como Transilvania, Snagov, etc, ya que nos quedamos con las ganas de ver al Empalador.